En el lateral del blog he añadido el widget para poder firmar desde aquí.
Es urgente, apenas quedan tres o cuatro días para firmar por la petición de lo que se llama eufemísticamente indulto.
En este enlace se acogen las firmas, a la derecha. Yo ya he firmado sin recelo alguno y eso que soy muy desconfiada, así que no tenéis nada que temer, os lo aseguro.
Os ruego que firméis.
Hace años que sigo el caso de Miguel Montes Neiro, un preso común, sin delitos de sangre, y recuerdo cierto detalle que no se me olvidará nunca: que cierto policía le dijo que jamás saldría vivo de la cárcel.
Es evidente que se trata de algo personal y ese espécimen con pistola se está regodeando desde hace años.
¿Se puede? Sí. Sabemos que la Justicia es una mierda pinchada en un palo y que cualquier mindundi con contactos hace y deshace en una cárcel porque los jueces, ni se enteran ni quieren enterarse de los chanchullos que se cuecen en ellas. Mirar para otro lado es una manera de no sobrecargarse de trabajo y procurar que su desgraciada vida (una ironía) les sea lo más leve posible.
A Miguel Montes Neiro se le acusa de acumular causas por haber intentado fugarse hace años. Recordemos que lleva casi 36 años preso... TREINTA Y SEIS, por si la cifra no se ha entendido.
¿Cuántos años le cayeron a De Juana Chaos por asesinar a 25 personas?...
¿Dónde está De Juana Chaos actualmente siendo buscado?... (Es un decir)
Pues no, si realmente se buscase a De Juana Chaos, se le encontraría, pero como se le dejó darse el piro para ir al dentista en Irlanda...
¿Y el tipo ese, el consejero delegado del Banco Santander indultado por el Gobierno del demente de la Moncloa que está dando sus últimas pataletas agonizantes?
Montes Neiro no se merece esta cadena perpetua encubierta. Tiene 61 años y está muy enfermo. No ha matado a nadie y sus deudas con la sociedad ya las ha pagado con creces, mucho más que los asesinos etarras, tengámoslo en cuenta.
Pido firmar para que se le indulte, ya que así se llama a esta patochada que en otro caso se llamaría justicia.
En cuanto al poli que juró que no saldría vivo de la cárcel, más le vale sacar a pasear a sus nietos al parque y olvidarse de Miguel, no sea que caiga tieso al suelo. Es un buen consejo. Sólo un consejo de buena voluntad porque el odio mata al que lo siente.