Ya se termina un año que ha sido malo pero malo de verdad en todos los aspectos. ¿Podemos tener la esperanza de que el nuevo sea mejor? Lo dudo. Pero aún así, la esperanza es lo último que se pierde y tal vez sea mejor encarar la vida con optimismo a pesar de todos los palos porque hundirse no arregla nada.
Lamento profundamente los suicidios provocados por los deshaucios, pero...
"Hay que pensar en el futuro", dicen algunos. Pero el futuro no existe hasta que llega y se convierte en presente. El pasado y el presente son los únicos a tener en cuenta porque el futuro sólo es una entelequia; tú te lo imaginas de una manera y cuando llega, cualquier parecido es pura coincidencia. Ayer tenías trabajo, hogar, familia y amigos. Hoy te encuentras en la calle sin saber por qué.
No quiero extenderme más en las desgracias. No olvido a las personas que lo pasan mal, pero también hay que pensar en positivo aunque sólo sea para evitar la depresión que causa ver tantos males a nuestro alrededor. Por esto, sin ser hipócrita, os deseo a todos unas felices fiestas, que cada cual las goce en la medida de sus posibilidades y que la llama de la esperanza no se apague nunca.
Este año no he podido hacer felicitaciones para enviar en privado a mis amigos. La construcción del belén me ha tenido muy atareada hasta hace un par de horas, conque les pido disculpas y que acepten la que encabeza esta entrada. Un fuerte abrazo, amigos/as.
Vamos a ver el resultado de mi trabajo. No estoy satisfecha en absoluto por varios motivos; como ya dije anteriormente, faltan muchísimas cosas, detuve su construcción al constatarlo, desilusionada, pero los comentarios de Periódico y Rosa me animaron a seguir con lo que tengo, cosa que les agradezco mucho porque me devolvieron la ilusión.
Tampoco ha sido fácil hacer las montañas esta vez. Anteriormente cubría el papel de periódico con musgo, pero al no poder disponer de él -lo venden, pero resulta demasiado caro para cubrir mis montañas-, he tenido que pintarlas. El resultado a la vista es bueno, pero en fotos no porque el flash aumenta la coloración y lo que se ve en realidad mirando el belén -un tono oscuro-, en foto se transforma en violeta pachanguero. Ainssss...
Y claro, el papel se rasga. El musgo era perfecto para introducir las bombillas entre el, quedando los cables escondidos, pero con el papel no hay tutia.
(Recuerdo que las imágenes se agrandan al pinchar encima)
Esta es la vista general. A la izquierda se ve parte de mi CPU. Está en esa mesa de estudio y ahí se ha tenido que quedar, claro, pero el resto lo he destinado todo al belén.
Empezando por la izquierda, una casa humilde, tan humilde, que no tiene puerta, ¡juas! Claro que la tenía, la construí yo, una bonita fachada con la puerta entrabierta para poder ver dentro. Es una de las cosas desaparecidas :(
La aldeana preñada, con el hijo mayor enfermo, en cama, el pequeño jugando y en la tripa el tercero. El marido en el huerto de tomates, alzando el candil al paso de los Reyes. Y una rasgadura del papel bajo mi nombre, je je je... Me temo que "decoré" con unas pinceladas la CPU de IBM que es lo que hay ahí. Bueno, no se ha quejado que yo sepa, ¡juas!
Melchor y Baltasar llegando al Portal. Detrás de la trompa del elefante está el Ángel y detrás de éste, el caganer. No es irreverente haberlo colocado ahí, en aquellos tiempos las necesidades se hacían en cualquier parte y hay que tener en cuenta que está junto a la pared del establo, el lugar más indicado para ello por el olor de las mismas bestias.
Además, la figura del caganer es una alegoría de la fertilidad, aceptada desde hace siglos.
Junto al Portal, la plaza del mercado y la fuente pública. Me faltan las paradas del zoco, con mesas y toldos que hice yo, un horno de pan, y los animales.
La fuente rajaba agua de verdad, tenía un motor que al dar una palmada se ponía en marcha y brotaba agua del grifo. Se estropeó y no conseguí encontrar otro porque los venden incorporados a las figuras.
Gaspar a caballo, se planta frente al Portal. La mujer que está frente a la puerta de éste, tiene a un niño agarrado a sus piernas (faltan más figuras con niños)
Encima de mi nombre está la cueva con una fogata dentro (bombilla que imita el fuego) y un puchero de cobre encima, el único cacharro que hay por estar guardado junto con la base de la hoguera. Un hombre lleva un haz de leña en brazos, pero no he podido sacar la foto porque me he quedado sin pilas para la cámara.
Faltan muchas cosas, el puente de madera, el río, figuras, paradas del zoco, animales, jarras, fuentes, cestos, herramientas, mesas y bancos, la sierra de San José, la jaula con el pajarito, la escoba de brezo... Pero no me faltan amigos que me animen constantemente, así que...
¡Soy feliz!